Apuntes sobre la Política Ambiental de Pedro Pierluisi 2020 –
O Como Aprender Sostenibilidad Usando Todo lo que le Falta a la Plataforma Ambiental del PNP
Por Monica Perez Nevarez, noviembre 2020
Aquí encontrara el link de la plataforma ambiental de Pedro Pierluisi, y mi deconstrucción de la plataforma, aqui.
Resumen Ejecutivo
Pierluisi tiene una plataforma ambiental que, al lector que no conozca los temas de la sostenibilidad, la justicia social, la economía ecológica, el cambio climático, y la filosofía detrás del manejo holístico de una situación ambiental compleja, pueda parecerle algo utilizable. Pero para las personas que tienen conocimiento de todas las partes entrelazadas de estos temas, esta propuesta deja mucho que desear. Usa algunas palabras clave, pero no las pone en contexto, ni explica un plan concreto de como las va a lograr. Y no usa muchos de los conceptos clave de la sostenibilidad, dando la impresión que no los conoce.
Basura Cero Puerto Rico, al promulgar el reciente Debate Ambiental, había identificado seis áreas de importancia escogidas por los miembros de 58 organizaciones sin fines de lucro ambientales que se unieron a BCPR para tener el debate, pero Pierluisi no atendió, así que no se sabe cómo hubiera contestado.
Pero la lista forma una buena base de donde crear una plataforma coherente y se puede comparar a la plataforma de Pierluisi. Así que vamos a compararlas.
Los puntos de interés eran: (en bold los temas recogidos por Pierluisi)
- Energía - (Energía Renovable,
Política Pública Energética; y Transformación de la AEE); 2/3
- Agua - (Riesgos del Cambio Climático y
el estado de la Infraestructura; el Servicio de la Autoridad de Acueductos
y Alcantarillados, el Cumplimiento con los Estándares de Calidad de
Agua y Monitoreo y Protección de Cuencas Hidrográficas); 1/6
- Conservación y Planificación
Ambiental - (Protección de Terrenos de alto valor ecológico,
Reglamento Conjunto, Revitalización de Áreas Urbanas); 1/4
- Agricultura (Agroecología, Soberanía
Alimentaria, Compañías de biotecnología, Incentivos en el sector
agrícola); 1/4
- Residuos Sólidos (Ley 70 de Reducción, Reciclaje, Desarrollo
de Mercados, Waste-to-Energy) 1/4
- Recuperación Justa (Plan para la
recuperación justa de Puerto Rico, el Caño Martín Peña, Apoyo a
Entidades de Base Comunitaria y Comunidad Científica). ¼
Total: 7/25
Pierluisi
menciona 7 de los 25 (o 28%) temas ambientales importantes para el pueblo de
Puerto Rico, pero no adentra mucho en ninguno de ellos en su plataforma ambiental. Si esto fuera un
examen, se hubiera colgado. Pero hay mucho que aprender de lo que falta.
Conservacion
El primer punto
de la política ambiental de Pedro Pierluisi (PNP) es “proteger nuestro
entorno”, lo cual nos deja saber que ha priorizado el tema menos controversial
y quizás más fácil de mercadear de toda la gama de riesgos existenciales y necesidades
urgentes que existen dentro de los temas de la sostenibilidad y el Cambio
Climático. Y para decir más, el uso de la palabra “entorno” es tan vaga que
deja abierta la posibilidad de no proteger ningún suelo, no solo los de alto
valor ecológico. Tampoco discute los matices más agudos de los riesgos que nos
acechan dentro del tema de la conservación, ni explica como su plan los
resolvería.
Corrientemente en PR tenemos legislación que conserva un 7% de nuestro suelo (y eso a duras penas), mientras que existen otros 30% de suelos de alto valor ecológico que deberíamos salvar y proteger. No dice que los va a proteger, ni que va a estudiar la situación, ni a hacerle consultas al pueblo sobre ello. Y no hace alusión al estudio del profesor de Biología de la Universidad de Harvard, E. O. Wilson, que explica que un 50% de todo terreno y área marina en el planeta debe ser separado para el uso exclusivo de la flora y la fauna salvaje si el planeta ha de conservar un 80% de la biodiversidad – o sea, tener sitios sin incursión alguna de los seres humanos en esas áreas. Quiere decir que los humanos debemos de dejarle la mitad del mundo al resto de los 99.999% de vida silvestre, si queremos conservar una semblanza de biodiversidad en el planeta, además de los ~20% que ya son parques o reservas donde los humanos si pueden visitar (pero no pueden explotar ni con minería ni con ganado).
El plan de Pierluisi no explica la importancia de la biodiversidad ni las razones por lo cual se debe proteger a toda costa, y deja entender que no conoce lo que es ser ecológicamente sostenible. Esta acción de dejarle mitad del planeta a los otros seres vivientes es parte de la justicia ambiental, y es algo que corta por la mitad todo plan existente de uso de terrenos y áreas marinas, porque inmediatamente perderíamos el “uso y disfrute” de mitad de nuestros suelos (terrestres o marinos) para proteger las especies y la red de vida (“web of life”) que le ha tomado al planeta millones de años en crear. Sin esas especies y sin esa red, el planeta no podría ofrecernos todos los servicios y recursos que nos ofrece y nosotros no podriamos sobrevivir.
Tampoco explica el otro lado de la moneda, que la huella humana (que incluye ciudades, centros urbanos y suburbanos, fincas, agricultura, industrias y casas rurales) ya toca el 60% de la tierra, y solo queda 40% del planeta para el resto de los seres vivientes, y desgraciadamente, dentro de esos 40% están la mayoría de los hábitats que los humanos no pueden habitar de manera cómoda, como son los desiertos, las montañas rocosas, los glaciares, o los bosques de lluvia, que NO es lo que el Dr. Wilson quiere decir con “la mitad”). La sostenibilidad tiene que existir en todo renglón de la jerarquía social – desde lo nacional, a lo regional, a lo municipal, a lo comunitario, a lo familiar, a lo individual. Lo que quiere decir que mitad de cada de esos renglones tiene que proteger y segregar mitad de su suelo para que la vida silvestre pueda florecer.
En un mundo urbanizado, esto quiere decir usar 10% de un terreno urbano para edificar una casa, 40% para un jardín de comida ("food garden") y 50% para un bosque natural para los animales que viven en su área geográfica. El lote más pequeño en que esto se podría llevar a cabo es uno de 900 a 1,000 metros cuadrados, o aproximadamente 10,000 pies cuadrados (con casa de 1,000 pies cuadrados. o 10%, de huella o menos). Históricamente las ciudades se desarrollaron con edificios apiñados unos encima de otros por la cantidad de personas interesadas en vivir cerca del centro de poder y de negocios, por los desarrolladistas quererse lucrar lo mas posible, y la junta planificadora, si existia, tenia su norte en el crecimiento economico y no en la salud ambiental y social. Pero en lo que llegó a ser los suburbios, los lotes fueron disminuyendo en tamaño por la mezquindad de los desarrolladores, dejando las casas con una estampilla de grama al frente y otra atrás. Para un edificio multipiso, tendría que haber un lote para huertos caseros comunales y un bosque para la vida silvestre rodeando el margen de la ciudad. En un municipio tendría que haber la misma cantidad de terreno que lo que hay construido en edificios gubernamentales, de negocio, e infraestructura. En una región tendría que haber igual cantidad de terreno silvestre que de terreno urbano y suburbano. Y por fin, a nivel nacional, se tendría 50% del suelo para usos humanos y 50% del suelo para la fauna y la flora. Nuestro entorno seria mucho mas verde que al presente, y tendriamos que vivir en proximidad de muchas especies animales.
Y ni hablar de conservar los mares porque es probable que 100% de ellos estén contaminados con desechos plásticos, porque se han encontrado hasta en la Fosa de las Marianas (“the Marianas’s Trench”, el sitio más profundo del océano), y hoy día hay por lo menos cinco enormes vertederos marinos (“Ocean Garbage Patches” o círculos de basura oceánicos) en las partes norte y sur de los océanos Pacifico y Atlántico y otro en el océano Indico (y recientemente encontraron uno más pequeño en el Mar Caribe) que han sido creados por la corriente marina llamada la ciruclación termohalina (“Thermohaline Current”) que controla el termostato del planeta junto con las corrientes de aire sobre tierra llamados “Jetstream” en la parte norte de este hemisferio. Millones de aves marinas, peces, y mamíferos oceánicos han muerto de hambre con sus estómagos llenos de plástico. Y la mejor manera de conservar el mar es no echar basura en el desde un principio. Pero la política ambiental de Pierluisi no dice nada de esto; solo dice que quiere conservar las bellezas naturales para “el uso y disfrute de las generaciones futuras”.
Pierluisi olvida también mencionar que, aunque ya casi no queda terreno virgen para desarrollar en Puerto Rico que no sea de alto valor ecológico, sí hay muchos centros de ciudad que están olvidados y baldíos, con mucho potencial de mejora e inversión, y no necesariamente para desarrollo de lujo (o gentrificación: cuando desarrolladores empiezan a comprar propiedades en un barrio pobre pero geográficamente bendecido por poco dinero, y lo convierten en un sitio demasiado caro para las familias que antes vivían allí, desplazándolas y convirtiéndolas en víctimas de injusticia social). El casco urbano abandonado de Rio Piedras viene a la mente. Está en una localización geográfica privilegiada, pero a los desarrolladores no le interesa derrumbar para construir. Y como Rio Piedras, hay muchos centros de ciudad que podrían ser revitalizados alrededor de la isla, pero nadie quiere invertir porque no son proyectos que rinden los beneficios (ROI o Return on Investment) que buscan los desarrolladores.
Pierluisi habla de nuestras necesidades. Pero cuando dice necesidades, ¿Qué necesidades? ¿Las económicas? ¿Las ecológicas? ¿Las sociales? No nos dice cuales, así que no sabemos si entiende la relación e interdependencia entre ellas, ni que hay que hacer decisiones tomando las tres en consideración, holísticamente y a largo plazo. Esto se llama Triple Resultado Final (“Triple Bottom Line”) y se usa para discutir, analizar, y decidir tomando en consideración tres consideraciones de igual peso: la ecológica, la social, y la económica.
Pierluisi analiza la situación perfectamente: la realidad en que vivimos requiere una transformación y un reenfoque, hay que liderar para detener el cambio climático, debe atenderse de manera inmediata, y debe tomarse como oportunidad de cambio. Pero no menciona que para cambiar de verdad, hay que desmantelar la economía vieja y crear una nueva – cosa que no solo va a tomar tiempo hacer, es tiempo que no podemos desperdiciar dentro de la ventana de oportunidad de 10 años que nos queda para bajar la cantidad de carbón atmosférico a 350 ppm (“parts per million”, ver www.350.org para más información) como explicó el Dr. James Hansen, de NASA y Columbia University. Ahora estamos en 415 ppm, y el promedio fue 280 ppm durante cientos de miles de años antes de que los humanos introdujeran la agricultura y la industria. Pero bajar el cabon atmosferico quiere decir parar de consumir petroleo y sus derivados. Esta disrupción causará mucho daño a nuestra economía y dolor a la parte de la población que no se pueda acoplar a ella, y si no podemos convencer a la casi-mitad de la población estadounidense que no cree en el Cambio Climático, de hacer eso mismo, estaremos creando una catástrofe global. Y por los EEUU ser la economía más grande del mundo, si los republicanos vuelven a ganar la Casa Blanca, puede que sea la causa por la cual se extinga la especie humana. Este punto no se refleja en el plan de desarrollo económico de Pierluisi, por no incluir consideraciones ambientales necesarias en sus decisiones económicas que requieren que se derogue la Ley PROMESA, se deje de usar gas natural en la isla, se derogue el contrato con LUMA y se cierre la planta de AES, por ejemplo.
El desarrollo económico como se ha estado practicando SI es excluyente de la protección ambiental. El desarrollo económico como lo practicamos hoy día es precisamente lo que nos ha traído a esta encrucijada. Se basa en energia fósil que tenemos que dejar en la tierra, y causa mucho daño en cada etapa de su cadena de valor (durante el proceso de extracción, en procesarla, en su uso, en su distribución, al desecharse), y además, se ha probado científicamente que hay que dejar dos terceras partes de las reservas de petróleo ya confirmadas debajo de la tierra si la humanidad ha de sobrevivir. El problema es que esas reservas están valoradas en $27 trillones de dólares que las compañías petroleras no quieren perder, y nosotros los humanos estamos tan acostumbrados a todas las cosas que la economía del petróleo nos brinda, que no queremos vivir sin ellas. Y desafortunadamente, no existe otra fuente de energia tan barata, rápida, y fuerte como lo es el petróleo y sus derivados.
Pero la manera más insípida que el petróleo ha influenciado a la sociedad es en nuestra manera de pensar. Hay que cambiar la manera de pensar que nos deja creer que el hombre puede controlar la naturaleza, o que no tiene que vivir dentro de los límites de la naturaleza, o que hay soluciones tecnológicas que podrían sobrepasar la necesidad de vivir dentro de esos límites y por ende no necesitamos cambiar nuestros estilos de vida o nuestra manera de hacer negocios. Tenemos que cambiar la definición de desarrollo a uno que aminora la actividad económica extractiva y realza la calidad de vida, llegando a ser una economía circular, social, justa, y solidaria, que en términos del economista Milton Friedman (y el “Chicago School” en general) sería una economía ‘estancada’, y desde el punto de vista del economista ecológico Herman Daly, seria “una economía estable” – en inglés “a Steady State Economy” que aumentaría el bienestar humano, pero no haría daño ecológico y no crecería el producto bruto. La era del millonario que cree que no le debe nada a nadie y puede acaparar riquezas mientras deja a millones de personas en la penuria ha muerto. Hay demasiada gente en el mundo para ser tan egoísta. Ahora el que no trabaje para el bien de todos es parte del problema.
Me alegra ver que Pierluisi menciona la justicia ambiental y el deber de proteger la calidad de nuestro aire y agua, dos factores cruciales a nuestra sobrevivencia, pero no confío en que los procesos de ser inclusivos y justos se alinien con su plan económico de privatizar nuestros recursos, seguir los goles de la Junta Fiscal de pagar una deuda impagable antes de establecer una economía local saludable, sacar “más provecho de menos recursos”, y monetizar recursos con inversión foránea que saca de nuestra economía casi todo beneficio ancilar sin dejar beneficios suficientes para nosotros poder llegar a ser más autosuficientes.
Mientras es verdad que Puerto Rico tiene mucha riqueza geográfica, ambiental, social, y cultural, no toda se debe “desarrollar” (si por “desarrollar” quiere decir vender los pocos predios de áreas silvestres que nos quedan a los grandes hoteleros para ellos convertirlos en sitios de lujo con parques de golf, y con entrada restringida física- o económicamente). Es loable que Pierluisi piense instruir al pueblo en como “experimentar” de “manera responsable” nuestros recursos, pero con solo “velar” por ellos no va a conseguir nada significativo.
El uso responsable requiere un proyecto masivo de educación, crear un puesto gubernamental de Director/a de Sostenibilidad de Puerto Rico con otros tantos en cada municipio que cuiden , manejen, eduquen, y participen con sus comunidades en acciones sostenibles, y un ejército de maestros, consultores, y voluntarios dedicados a trabajar con las comunidades, las escuelas, las asociaciones de negocios, y con el sector privado para empapar al pueblo con los conocimientos y acciones que debemos tomar hacia la sostenibilidad ecológica y social, y como esas decisiones cambian las decisiones y resultados de los negocios, y por ende, a la economía. Convertirnos en una isla sostenible debe ser un esfuerzo a nivel del Marshall Plan de la Segunda Guerra Mundial.
Turismo Ecológico
Es buena idea el querer promover
el turismo ecológico para poder desarrollar pequeños y medianos negocios. Esto
ayudaría muchísimo a la gente que vive en las ciudades o cerca de algún recurso
natural que pudieran alquilar un cuarto de su casa en Airbnb (para lo cual hay
que tener reglas claras, que todavía no las hay). Pero más importante aún, tenemos
que hablar de lo que se conoce como “Carrying Capacity” o la “Capacidad de
Carga” de un ambiente para incluir no solo la cantidad de habitantes que
tenemos, sino también la cantidad de visitantes foráneos que tengamos. La
Capacidad de Carga es el tamaño máximo poblacional de una especie (en este
caso, humanos) que puede mantenerse en un ambiente dados los alimentos, el
hábitat, el agua y otros recursos disponibles para su sobrevivencia. La razón
específica por la que una población empieza a decaer depende de los factores
limitantes presentes como lo pueden ser una población demasiado grande para el
área, espacio insuficiente para todos, insuficientes alimentos o agua, demasiado calor
para crecer vegetales, o la cantidad de luz solar necesaria para crecer
plantas. Si la población de una especie (en este caso la especie humana en una isla pequeña) está
por encima de la capacidad de carga de su ambiente, la población suele
disminuir vía un alza en mortandad (“die-off”). Aquí entra en juego la huella ecológica
de cada persona, o “Ecological Footprint” que es la cantidad de recursos que cada
uno consume al vivir, que ahora está a un máximo obsceno de nivel de consumo en la economía botarata en que vivimos (“the Throw Away Economy”).
Los humanos llevamos 8,000 años
cambiando la ecuación de Capacidad de
Carga al inventar tecnología que nos ayuda a sobrevivir (tecnologías simples
como: el fuego, la rueda, la agricultura, el domesticar animales; luego la alta
tecnología, con inventos como: la prensa de Gutenberg, el ferrocarril, la
desmotadora de algodón o “Cotton Gin”, la electricidad, los motores de
combustión, la industrialización; y hoy día, con tecnología altamente
especializada como: las telecomunicaciones, el internet, inteligencia
artificial, la robótica, y las computadoras, que no solo han cambiado como la
sociedad piensa, actúa, y vive, sino que también nos han dado la esperanza de
que la tecnología nos “sacará” del problema de tener que vivir dentro de los
limites ecológicos del planeta; y que además esa manera de pensar nos da
permiso para seguir siendo inconscientes de nuestros actos y despilfarrando
nuestros recursos como si fueran infinitos, cuando sabemos que estamos creando
un futuro durísimo para nuestros hijos, y donde probablemente no van a poder
sobrevivir nuestros nietos. Además, son las ciudades grandes y ricas las que
tienen la mayoría de los científicos que creen que la tecnología nos salvara
del Cambio Climático; desafortunadamente, lo que es solución para esas ciudades no es solución para una isla pequeña. Las mejores soluciones son las
locales, usando los recursos locales. No hay una sola solución global para el Cambio
Climático. Todos tenemos que hacer lo que podamos dentro de nuestros recursos y
facilidades, sin tratar de emular otra sociedad que tenga diferentes recursos.
Según varios expertos del patio
y mis propios cálculos, la capacidad de carga de Puerto Rico
ronda en un millón de personas sin contar con ayuda tecnológica y sin
agricultura. Si incluimos algo de tecnología y prácticas agrícolas
regenerativas, la población de Puerto Rico podría subir a dos millones de
habitantes y ser sostenible. Si el tamaño de la población crece por encima de esta
capacidad de carga, la isla se convierte en un hábitat no-sostenible (nuestra condición
actual) y nos hace dependientes en importaciones para sobrevivir como lo hemos hecho en
las últimas seis décadas, y si seguimos abusándola mucho más tiempo, la isla y
sus habitantes van a perder la capacidad de darle vida a todos los seres que en
ella habitan.
Desde el 1950 contamos con más
de dos millones de habitantes y con 400 mil visitantes al mes en promedio (usando
las cifras de 1 millón de visitantes anuales a 10 millones de visitantes
anuales durante ese tiempo). O sea, que la última vez que Puerto Rico hubiera podido ser autosuficiente
y sostenible fue en el 1899, justo después de la Guerra Hispanoamericana, cuando
teníamos menos de 1 millón de habitantes y muy poco turismo. Que giro del
destino agrio, que algo que entonces vimos como una posible salvación del
colonialismo español, resultara ser una toma de poder imperial por la nacion americana, que no tenía
ningún interés en ayudar a una isla convertirse en autosuficiente y sostenible,
sino que buscaba una presencia militar en el Mar Caribe, buscaba una oportunidad de inversión y crecimiento para sus elites políticas y su
clase inversora, y que de sus acciones se desprenderian algunos beneficios para nosotros. Que ironía que sea la misma mentalidad y el mismo mandato que
tiene hoy la Junta de Control Fiscal (FOMB por sus siglas en ingles).
El plan ambiental de Pierluisi no
menciona que para tener turismo verde y poder controlar el uso correcto de
nuestros recursos, habremos de tener una población acorde con nuestra capacidad
de carga. Estos números se pueden cambiar un poco (de un millón a dos millones
de habitantes, por ejemplo, si usamos tecnología adecuada y una agricultura
regenerativa), pero no nos podemos quedar viviendo de la manera
en que vivimos ahora, con 3.2 millones de habitantes sobre consumidores y
833,000 visitantes más al mes, para una población promedio de 4 millones de
personas. Hay que hacer planes para rebajar la cantidad de habitantes, la
cantidad de visitantes, y retomar la industria hotelera en la isla. Los límites
de la tierra son limites verdaderos, y si queremos sobrevivir a largo plazo y ser
sostenibles, hay que atenerse a ellos. Para reducir la cantidad de habitantes
hay que educar a las mujeres, empoderarlas a trabajar, pagarles el mismo sueldo
por el mismo trabajo, y darles la potestad de decidir cuantos hijos quieren tener
y cuando quieren usar contraceptivos.
Hay que encontrar una manera
justa y empática de manejar la cantidad de refugiados de islas caribeñas que
entran indocumentados a Puerto Rico, pues a veces se siente como si estuviéramos
viviendo en un “Twilight Zone” de la Casablanca del verano de 1940 – el sitio
donde todo el mundo europeo viene a cobijarse de una situación imposible en su nación de
origen, pero de donde nadie puede salir porque no hay como entrar legalmente a
ningún otro sitio. Y esta situación solo se va a poner peor, así que la tenemos
que manejar. Ahora mismo no tenemos defensa efectiva contra este tipo de inmigración.
También hay que educar al pueblo
a cómo vivir de manera sostenible, como minimizar la huella ecológica de cada
persona (“Ecological Footprint”), hay que cambiar los patrones de consumo a los
cuales nos hemos acostumbrado, y hay que recalibrar nuestras expectativas del
futuro, porque el futuro no va a ser lo que esperábamos.
Un ejemplo de la complejidad de
la capacidad de carga: en teoría, si, queremos cambiar a una economía de turismo,
pero cumplir con los límites de capacidad de carga de nuestra isla, deberíamos
tener una población de residentes de un millón de personas, una población de no
más de 500,000 indocumentados, y una entrada mensual de no más de 500,000 turistas
mensuales, para estar dentro de la capacidad ecológica más alta posible de
nuestra isla (dos millones de personas). OJO. No estoy abogando por sacar
personas a la fuerza de Puerto Rico. Estoy abogando por hacer planes para que
la población disminuya de manera justa, y que el pueblo participe en hacer el
plan. Además, estas consideraciones tendrían que ser un factor en los permisos
de construcción o de albergue en el futuro, para tener solo las unidades
necesarias en el mercado y evitar la posibilidad de que alguien pueda “hackear
el sistema” y no respetar la capacidad de carga.
Limitar los visitantes e
inmigrantes debe incluir discutir como transportar a los turistas hacia la isla,
al no poder usar aviones hasta que podamos producir localmente un biodiesel de
aceite de algas que puedan usar como combustible, y también, de qué manera el
límite de visitantes afectara el precio de viajar a la isla (el cual subirá). Al mismo
tiempo deberíamos transicionar a usar veleros o barcos transatlánticos como ‘ferries’
(como en los años ’40) para viajar al continente, al Caribe, y a Sur América,
con estrictos protocolos de volumen de turistas y manejo de desperdicios en
alta mar, y que usen biodiesel de aceite de algas o cáñamo para correr sus
motores. También debemos pensar en los modos de transportación publica que
tenemos/no tenemos en la isla. Debemos tener transportación pública de primera y
que conecte toda la isla. Tenemos que facilitar y crear infraestructura para
uso peatonal y de bicicletas. Debemos planear como cambiar a carros
eléctricos que se suplan de energia solar y no de electricidad sucia.
Este ejemplo también ilumina de manera gráfica por qué el sector privado o “La mano invisible del mercado” de Adam Smith no puede proteger el ambiente ni los derechos de las comunidades por sí solos. Los pescadores de bacalao Atlántico, de camarones de Carolina del Sur, y de salmón del Pacifico han probado que no pueden manejar la pesca porque no pueden decidir quién entre ellos se quedará sin pescar. Ellos hicieron todo lo que ellos creían necesario para salvar la salud de su pesquería, pero la cantidad silvestre ha disminuido al punto de solo quedar un 20% de la población original en el océano y ninguna en los estuarios de Carolina del Sur. Los pescadores podían bajar la cantidad que cada uno iba a pescar, pero no lo suficiente para dejar a tres cuartas partes de los pescadores sin trabajo, que era lo que necesitaban hacer. Esta es la encrucijada clásica entre la economía y la ecología: no hemos sabido respetar la integridad de la naturaleza, y hemos olvidado que esa integridad la necesitamos para sobrevivir.
En los condados marítimos de
Canadá, la veda de pesca de bacalao que empezó en 1992 y se creía iba a durar
diez años, a 28 años después, no ha producido el alza poblacional del pescado
que se esperaba, y ahora se cree que es posible que los peces no volverán a los
Bancos de Georges donde habían habitado por millones de años, optando por vivir
en aguas más frías al norte. No podemos dejar la conservación de un bien
natural a los emprendedores porque ellos no cesaran de extraer riqueza del
hábitat hasta que no quede nada, porque su forma de pensar se basa en la
competencia y extracción. El gobierno es el único ente dado a la tarea de pensar por el bien
de todos, analizar la situación independientemente y sin coerción económica o
política, y hacer las leyes necesarias para ser justo con las minorías. Y como
sabemos, la política ya ha sido corrompida por los intereses privados y la
mentalidad rapaz. Los negocios no tienen la responsabilidad de conservar
recursos ni velar por los derechos de los pobres, y las organizaciones
comunitarias, que si lo tienen, no tienen el poder adquisitivo o político de
proteger sus derechos. El gobierno es el único que puede hacer el trabajo, si
es sabio, recto, justo, y transparente. Pero no puede haber conección entre
intereses privados, dinero, y políticos.
¿Cómo pueden sobrevivir 3.2 millones de personas en Puerto Rico, si la cosa esta tan mala? El huracán Maria y todas las
vicisitudes económicas de los últimos 15 años han probado que la población que se
ha quedado en Puerto Rico o tiene trabajo, o tiene entradas pasivas o ayudas
gubernamentales, o no tiene el dinero para irse de esta economía colapsada. La
razón que hay 3.2 millones de habitantes y que (antes del Covid) podían llegar hasta
10 millones de pasajeros anualmente (dejando aproximadamente $3.9 mil millones
de dólares en nuestra economía) es que 83% - 92% de lo que consumimos es importado. Pero
este sistema que resulta ser frágil y no es sostenible.
El importar todas nuestras
necesidades es una solución tecnológica de suma complejidad, y es cierto que
nos ha resuelto muchos problemas en las últimas cinco décadas. Pero también ha
sido una decisión miope, arrogante, y perezosa, por escoger una
esclavitud cómoda en vez de una vida más acorde con la naturaleza y más justa.
Por rechazar el pagar los costos verdaderos de la industrialización, llamadas
“externalidades” en el lenguaje económico, y pasarle la cuenta al pueblo por los daños cometidos, y por
adormecernos con sueños de grandeza que nunca se han cumplido, hemos todos
contribuido al Cambio Climático, a nuestra dependencia, y a la injusticia
ambiental y social sistemáticamente. Ésta
es la razón por la cual estamos en la situación en que estamos: dependientes
completamente en productos y poderes foráneos que solo buscan sacarnos dinero y
dejarnos a nuestra suerte cuando necesitemos ayuda. Y casi todos los procesos
que se usan para hacer los productos que consumimos son basados en el uso del
petróleo y sus derivados, lo cual nos hace cómplices de muchísimos daños
ambientales.
Este es el momento de cambiar
Aunque no lo parezca, en Puerto
Rico nunca hemos tenido una economía local robusta y resiliente. Ni bajo los
españoles ni bajo los americanos. Siempre hubo leyes, impuestas por ellos, que los
beneficiaban a ellos, y menoscababan las ansias y las oportunidades nuestras de
tener una economía local y autosuficiente. Esa situación nos ha llevado a ser completamente
dependientes en productos de afuera, nos ha hecho olvidar como crecer nuestra
propia comida y como producir nuestros propios productos, y nos ha indoctrinado
a no tener control sobre nuestra economía y estar continuamente a la
disposición de otros. Es el momento de cambiar, aunque los cambios causen una disrupción
profunda en nuestras vidas.
No somos los únicos que hemos
sufrido de este estilo de “desarrollo”, pues los cambios han sido globales, y
esto ha pasado en todo el mundo. Además, durante el último medio siglo ha habido muchos
cambios tecnológicos, como la integración global de la economía y el “Internet
de las Cosas” (IoT o Internet of Things) que han exacerbado la dependencia y la
pobreza de gran parte del llamado “Sur”, queriendo decir los países menos
desarrollados. Y es que el querer ser autosuficiente culmina por
desmantelar la economía global, porque todo el mundo se esta dando cuenta que el Cambio
Climático exige que todos: los países, las regiones, los municipios, las
ciudades, las comunidades, las familias y los individuos, seamos sostenibles en
cada renglón jerárquico de la sociedad. Ya hay familias y grupos europeos y
latinoamericanos que viven de manera sostenible (Mondragon en España, Proyecto Común Tierra en Latino América, y muchas otras alrededor del mundo {https://en.wikipedia.org/wiki/Sustainable_community }). Aquí en Puerto Rico hay muchas familias que viven
vidas autosuficientes y bastante sostenibles (aunque en Puerto Rico nadie es
totalmente sostenible todavía) con casas que tienen energia solar, captación de
agua de lluvia, y jardines de comida.
Si, es muy difícil cambiar,
porque dejar de hacer las cosas con la comodidad con que las hacemos ahora
quiere decir que la economía como la conocemos va a dejar a de existir, y
tenemos que crear otra, como dijo Pierluisi, basada en energia limpia y
trabajos bien pagados. Pero además de eso, tenemos que incentivar un sector de
empresarismo verdaderamente verde y completo, porque nunca ha habido trabajo
para más de un 25% de la población adulta entre empleos en el sector
privado y el gobierno, 60% no participa en el mercado de trabajo, y 15% trabajan en la economia subterranea; y de la única manera que vamos a cubrir 100% de los
empleos que necesitamos cubrir (para emplear a 75% de la poblacion) es creando una clase emprendedora
(“entrepreneurial class”) verde, de pequeños negocios donde un dueño pueda
tener dos o tres asociados o empleados y todos ganarse un buen salario. También
debemos pagar un salario mínimo de $15.00/hr en toda la isla. Y para que no
haya inflación, habrá que temporeramente congelar los precios, hasta que se
normalice la economía nueva. Además, dejar que se acaben algunos abastos nos
enseñará a vivir con menos, a comprar solo lo justo, a conservar nuestros recursos,
a apreciar lo que tenemos, y a enfocarnos en las cosas que son verdaderamente
importantes: nuestra salud, nuestra familia, nuestras amistades, y un trabajo
que no inspire y que aporte al bienestar colectivo, en vez de deprimirnos.
Además, al proteger el ambiente,
se necesitarían toda una gama de trabajos ambientales como guías para acompañar
a los turistas (foráneos y locales) que visitasen las áreas naturales (estos
pueden ser “freelance” usando apps de guías personales), personal de
mantenimiento asegurando el manejo de las áreas naturales (estos pueden ser
trabajadores del gobierno), y personal de seguridad implementando las
protecciones ambientales en todo lugar turístico por si se cometen
infracciones, para que haya consecuencias inmediatas si se rompen las reglas
(estas pueden ser compañías privadas, pero ojo, al contractar estos trabajos,
especialmente si se suben los salarios mínimos, le va a salir más costoso al
gobierno pagarle a una empresa privada que pagarles a los empleados
directamente). Es posible que el gobierno tenga que cobrar por entrar a
las áreas naturales. Y sí, entiendo que estos cambios pueden considerarse
onerosos y un ataque contra la “libertad” personal de algunas personas. Pero
hasta que no eduquemos a la próxima generación de niños a saber cómo actuar y
como respetar nuestro entorno, y respetarnos los unos a los otros, no vamos a
poder cambiar la manera de ser de la gente a menos que no haya alguien
diciéndoles que pueden o no pueden hacer. Ya hemos probado que el usar rótulos
no sirve de nada.
Buenas Ideas Incompletas
y Una Bien Mala
Pierluisi incluye la idea de tener diseño y desarrollo* inteligente. Pero no explica cómo solo “revisar” la situación tendrá impacto. Hay que hacer más que revisar. Hay que crear la infraestructura física, económica y mental de cómo vivir en un país sostenible, y hay que tener cuidado con la parte de “tecnología inteligente” que es solo una manera de decir “más tecnología”. *de ahora en adelante, el único “desarrollo” del que yo hablo es el sostenible, local, equitativo, y estable y con tecnología simple.
Encontrarán que las agencias o programas gubernamentales, así sean federales, nacionales, o municipales, le pueden dar una muy precisa evaluación de la situación corriente y lo que se necesita para optimizar las instalaciones o centros, y gran parte de lo que van a sugerir es que le devuelvan los fondos necesarios y la cantidad de empleados necesarios para llevar a cabo no solamente las tareas que hacen, sino también las que dejaron de hacer y las que deben añadir para cumplir con las necesidades de una nueva economía verde, y reconstruir o construir la infraestructura necesaria para ello. Si todos estos gastos asustan, se puede también incentivar a organizaciones sin fines de lucro, ya existentes o por existir, a manejar las áreas naturales regionales como coordinadores de voluntarios y estudiantes, y de esa manera ayudar a los empleados gubernamentales a lograr sus metas.
¡La idea de crear una alianza entre el Departamento de Educación y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) para desarrollar módulos educativos es buenísima iniciativa! Yo añadiría conceptos de sostenibilidad y responsabilidad social, al igual que justicia social, de género, y ambiental, con talleres de biodiversidad, cambio climático, economía ecológica y economía social y solidaria y otros temas, porque la conservación ambiental es una pequeña parte de lo que necesitamos aprender y hacer. Continuar el Programa Contacto Verde es otra buenísima idea. Se podría expandir a incluir alianzas entre OSFL, departamentos ambientales gubernamentales, y voluntarios/estudiantes.
Concuerdo con actualizar el DRNA. Sugiero que, además, que le den el poder necesario de hacer cumplir las leyes (“enforce the law”) a el DRNA o alguna organización afiliada pues “velar” por el reglamento no hace nada de por sí. El DRNA ha pasado por recortes de recursos humanos, y además necesita actualización financiera, porque necesitan más empleados y fondos. Aquí no menciona el gran trabajo que ha hecho el DRNA con lo poco que tiene, y como ha liderado el Puerto Rico Climate Change Council (PRCCC) y el magnífico trabajo que ese grupo ha hecho para estudiar, analizar, identificar y buscar soluciones a toda una gama de problemas que trae el cambio climático. Espero que el gobierno se deje llevar por sus recomendaciones, en vez de mandar a otra gente a rehacer el buen trabajo que ellos han hecho bajo la excusa de alinear el plan con su programa de desarrollo económico, o peor, que el gobierno obvie el trabajo ya hecho unilateralmente, como lo hizo con la Reglamentación Conjunta después de 20 años de trabajo y consulta en los Planes de Uso de Terrenos.
Hay cosas que simplemente no se pueden hacer para pagar la deuda (como vender recursos naturales para sufragar un pago de una deuda impagable), y el gobierno se tiene que dar cuenta que en verdad no podemos pagar la deuda como la Junta de Control Fiscal quiere que la paguemos, porque después de 15 años de depresión económica ya no nos pueden exprimir más, y antes de poder pagar, tenemos que levantarnos. Y levantarnos va a tomar 10 años. Y cuando nos levantemos, solo deberíamos pagar un 10% de nuestros ingresos hacia la deuda. Como en cualquier otra bancarrota – aunque en esta situación los prestatarios deberían cargar con su parte de la responsabilidad hacia sus clientes (muchos de los cuales son de aquí), pero no hay quien se lo imponga. Y claro, Pierluisi fue abogado de la Junta Fiscal, así que puede coincidir con lo que están tratando de hacer y de la manera en que lo están haciendo, en vez de defender al pueblo puertorriqueño de los actos depredadores de la Junta.
Y esto último en si viola el sentir del pueblo, y quebranta uno de los tres pilares de la sostenibilidad. El primer pilar es la salud ecológica. El segundo pilar es el bienestar social y la justicia social. El tercer pilar es una economía saludable, en ese orden. Los derechos de la economía no se pueden poner encima de los derechos sociales o ecológicos, y Pierluisi tiene que cambiar su definición de una economía saludable a una que sea local, sostenible, equitativa, y justa. Esa es la gran batalla que tenemos, como pueblo, que librar en estas elecciones para poder ser sostenibles y autosuficientes a largo plazo. Escoger ser sostenibles, escoger tener un futuro menos malo al que estamos encaminados, acabar de cambiar nuestra manera de vida, y votar por el candidato que mejor plan de desarrollo sostenible tenga. La buena noticia es que todavía tenemos tiempo. La mala noticia es que tenemos solo 10 años para bajar nuestras emisiones de carbón atmosférico a 350 ppm si queremos evitar las peores consecuencias del cambio climático.
Crear una plataforma digital ambiental para facilitar la interacción ciudadana me parece magnifica idea, espero que también se use como herramienta educativa y de transparencia, y acepte comentarios y observaciones de estudiantes, académicos, voluntarios, y observadores, y que se pueda diseminar en las redes sociales.
Crear una Alianza para la Seguridad Publica con otras entidades gubernamentales para insertar al DRNA en la interconexión de sistemas de comunicación y coordinación de respuesta a emergencias y desastres es buena idea. Desafortunadamente se queda corto en el impacto que podría tener si se limita a emergencias y a hacer querellas; si va a hacer una alianza incluyan conceptos de sostenibilidad, denle plenos poderes para informar sobre sus programas y logros, educar al pueblo de como ellos pueden participar y protegerse, y comunicar la importancia de ser sostenible y la visión de país que resultaría de tales cambios en las redes sociales, podcasts, ‘webinars’, y talleres regionales. La actualización de equipos en el Área de Respuesta a Emergencias Ambientales para asegurarse de mantener un inventario de equipo vigente y relevante es muy necesario después del desastre del Huracán Maria. Espero que esto quiera decir que van a contratar más empleados para manejar y hacer cumplir los reglamentos, y que los empleados servirán de liaison con las comunidades que sirven y mantenerlas al día. Igualmente, añadir un Reglamento de Multas Administrativas del DRNA e implementar mejoras en su fiscalización es necesario, pero también conlleva más empleados dedicados a hacer todo lo necesario para hacer cumplir la ley, que aquí no se menciona.
Integrar el Programa de Geología e Hidrología y el Programa de Manejo de Costas de la Junta de Planificación de Puerto Rico al DRNA es buena idea, pero es importante mencionar la importancia de la Junta de Planificación, y la falta que hace una organización independiente como lo fue la Junta en su tiempo, que actuó como punta de lanza para proteger el ambiente al igual que un disuasivo difícil de sobreponer por aquellos intereses que buscaban subvertir los limites ecológicos y sociales de nuestra isla.
Trabajar el manejo de las zonas inundables bajo el Programa de Geología e Hidrología, y dando apoyo a los municipios para acceder a fondos federales para estos propósitos y para participar plenamente del Programa Nacional de Seguros de Inundación (“NFIP”, por sus siglas en inglés), es buena idea. Pero hay que tener claro que FEMA ya no está asegurando terrenos en la zona Marítimo-Terrestre que estén en peligro de inundación recurrente durante huracanes o tormentas tropicales, prefiriendo relocalizar los dueños de propiedad a terrenos más altos. Esto causa perdidas desiguales entre los barrios ricos (en Ocean Park por ejemplo, que cuando suba el nivel del mar, tiene el dinero para pagar por construir rompeolas o paredes “sea walls”), y los barrios pobres (en el Caño Martin Peña por ejemplo, muchas de las familias que han vivido y luchado por décadas por vivir allí perderán su hogar y su comunidad).
Otro ejemplo: la mayoría del área al norte del Expreso De Diego, desde Fajardo hasta Arecibo, va a ser afectada por la subida del nivel del mar (“Sea Level Rise”), y al irse los dueños más cercanos al mar, esas casas deberán ser demolidas y esos barrios reconfigurados para salvar, temporeramente, las casas más alejadas del mar. Pero si los glaciares de Groenlandia y Antártica llegan a derretirse por completo antes de 2050, como se predice que pasará si siguen derritiéndose al paso acelerado que van, entonces veremos pueblos en todas nuestras costas bajas sufrir – en Dorado, por ejemplo, las inundaciones pueden llegar desde el mar hasta el mismo Expreso De Diego. En San Juan, los aeropuertos Luis Muñoz Marín e Isla Grande quedarían bajo agua e inservibles, y solo el Aeropuerto de Ramey en Aguadilla podría salvarse y aceptar vuelos internacionales (aviones grandes). La infraestructura portuaria de la Bahía de San Juan quedaría incapacitada por la subida del mar. De repente, no podemos huir, y no podemos abastecer nuestras necesidades de agua y comida. La lección es que no se puede ganar contra el mar. El mar siempre va a ganar. Y para la subida del nivel del mar, solo aquellos dueños que tengan dinero o recursos a su disposición van a poder resguardarse o poder encontrar otro hogar donde vivir.
También hay que ir instruyendo al público de las opciones que se practican en otros sitios:
- Construcción de malecones: la ciudad de Nueva York está construyendo un muro contra inundaciones de $335 millones en Manhattan. Elevar los malecones 12 pulgadas cuesta alrededor de $60 por pie. Los nuevos rompeolas suelen costar entre $600 y $2000 dólares por pie lineal.
- Elevando carreteras: Miami Beach está elevando sus carreteras dos pies a un costo de aproximadamente $2 millones por bloque de ciudad. Para asegurarse de que las carreteras más altas no canalicen las aguas de la inundación hacia los hogares y las tiendas en elevaciones más bajas, las ciudades incluyen bombas de aguas pluviales para eliminar este exceso de agua.
- Construcción de bombas de aguas pluviales: Norfolk necesita $70 millones para bombas y desagües. En nuestro caso, hay que arreglar las bombas que tenemos, que no funcionan.
- Mejora de los sistemas de alcantarillado: el condado de Broward de Florida ha gastado más de $250 millones para eliminar los tanques sépticos. Las ciudades pueden actualizar los sistemas de alcantarillado para que el agua de lluvia no se filtre en las tuberías, actualizar los tanques sépticos o reemplazarlos con líneas de alcantarillado por aproximadamente $15,000 por reemplazo. Esto se tiene que hacer aqui en Ocean Park.
- Uso de playas como barreras: Norfolk recientemente gastó $ 34.5 millones para re-arenar una playa en Ocean View para reducir las inundaciones. Las playas y las dunas actúan como un muro natural que reduce el impacto de las marejadas ciclónicas. Cuanto más grande es la playa, más evita que agua llegue a las casas y las carreteras. Los pueblos pueden agregar arena para agrandar las playas o para protegerlas de la erosión, pero es un proyecto caro que se tiene que seguir haciendo luego de cada tormenta. En los ultimos 5 años, hemos perdido 20% de las dunas de Isabela, y no hay manera de reponerlas.
- Creación de infraestructura natural: el condado de Palm Beach está gastando $ 17 millones para crear manglares, arrecifes de ostras, hábitats de marismas y pastos marinos en 70 acres de tierra marina. Las comunidades costeras pueden restaurar y construir infraestructura natural que pueda actuar como amortiguador contra tormentas e inundaciones costeras. Estructuras naturales como islas barreras, arrecifes de ostras y coral, manglares, pastos marinos y marismas pueden funcionar al unísono con la infraestructura construida, como los malecones, para absorber las marejadas ciclónicas.
- Parar el hundimiento de la tierra: El distrito de alcantarillado de Hampton Roads ha planeado un proyecto piloto de $55 millones para inyectar agua bajo tierra para retrasar el hundimiento de la tierra. Desafortunadamente, esto no se puede hacer en Puerto Rico, porque la tabla de agua está muy cerca de la superficie.
- Retiro gestionado de la zona marítima: la Isla de Jean Charles del estado de Louisiana tiene un proyecto de reasentamiento que costará $ 48 millones y reubicará 36 hogares. Esta puede ser la mejor solución para mantener seguros a los residentes, pero es la que menos se escoge.
Pierluisi aprobaría lo siguiente [todas buenas ideas, con mis sugerencias en itálicos]:
• Un nuevo
Reglamento de Zona Marítimo-Terrestre
• Estableceremos
un nuevo manual de operaciones y protocolo, que permita la capacitación y la
referencia a los oficiales de cada entidad gubernamental encargada del medio
ambiente.
• Desarrollaremos
un programa de educación continua para todo el personal del DRNA y otras
entidades gubernamentales [y deberían de ser publicas]
• Crear un Comité de Cambio Climático [el DRNA ya es participe del Puerto Rico Climate Change Council (PRCCC) y no necesitamos otra organización haciendo el trabajo que ellos ya han hecho. Denle potestad y apoyo financiero al DRNA.]
• Utilizaremos los fondos provenientes de la demanda del caso contra Volkswagen (Volkswagen Settlement Fund) como estímulo verde para financiar iniciativas para la reducción de emisiones en la isla, especialmente en la transportación.
• Crearemos un programa de reforestación urbana y rural para la creación y conservación de espacios comunitarios eco-amigables.
• Estableceremos
un sistema de medición de CO2 [Muy bien que midan la contaminación del aire.
Cuando sepan cuanto es la contaminación, ¿que van a hacer para parar la
contaminación? ¿Dónde van a poner los sistemas de medición? ¿Qué grupo se
encargará de archivar, analizar, y diseminar la información retenida en el
sistema de medición? ¿Por qué no hacen lo mismo con nuestros cuerpos de agua,
en conjunto con el Estaurio de San Juan y OPAS?]
• Cumpliremos con la meta de que el 40% de la generación de energía provenga de fuentes renovables para el 2025. Cumpliremos con la ley que prohíbe el uso y depósito de cenizas en Puerto Rico. [No dice nada de cómo va a lograr un 40% de generación limpia en cuatro años. No menciona como financiar el cambio a energia solar distribuida, ni posibles micro-redes futuras, ni que va a hacer con PREPA si PREPA tiene una deuda enorme y no puede generar energia limpia, pero todavía tiene la responsabilidad de distribuir energia, aunque la infraestructura no esté en condiciones óptimas para hacerlo. No dice nada de eliminar gradualmente el uso de gas natural, ni de acabar con el contrato de AES, ni de incentivar un sector manufacturero de placas solares, baterías, y sistemas solares. No dice nada de ayudar al pueblo a ayudarse a sí mismo, ni de cómo el gobierno podría unirse a Casa Pueblo, Juan Rosario, Barrio Eléctrico, y otros grupos de energia comunitaria para crear un movimiento de base (“grassroots”) de energia solar y otras estrategias sostenibles, como captación de agua de lluvia.]
• Crearemos un programa agresivo de identificación y limpieza de vertederos ilegales en los campos y playas, en colaboración con los gobiernos municipales y las comunidades. Implementaremos plan a dos años para tener todos los vertederos en cumplimiento con las regulaciones o cerrados. [Bien. Van a necesitar fondos para estudiar si los vertederos en incumplimiento han contaminado acuíferos cercanos o han hecho otros daños, y buscar posibles maneras de limpiar los acuíferos contaminados (con la tecnología pasiva de Freytech Puerto Rico, por ejemplo). Si cierran 19 de los 29 vertederos existentes, como ha dicho la EPA que tiene que ser, Puerto Rico va a sufrir una crisis de basura masiva. Como la respuesta sostenible no es abrir más vertederos, sino buscar formas de reducir la cantidad y calidad de basura que se tira, hay que pasar legislación para incluir al sector privado en tomar acciones que reduzcan la cantidad de empaques que usan, en los materiales que usan para empacar, en el uso exclusivo de materiales compostables de ahora en adelante, en crear un programa de mercadeo para solo usar materiales compostables, en incentivar pequeños negocios de artículos del hogar reusables, y en hablar sobre dos oportunidades subvencionadas por el estado: la oportunidad de negocio en minería de metales y otros bienes en los vertederos antes de cerrarlos y la conversión de vertederos en sistemas de captación de gas para usar como energia (biodigestores).]
• Daremos recursos a los municipios para que todos tengan un plan de reciclaje obligatorio para residencias y comercios. [Con este comentario, Pierluisi deja saber que no tiene idea que en Puerto Rico se recicla muy poco (5% de botellas de cristal, la mayoría de las latas de gaseosa, 10% de papel y cartulina. Que el plástico se embalaba y se mandaba afuera, hasta que la China cerró sus puertas, y los precios en otros sitios, que antes se les pagaba $99 por tonelada, ahora se les cobra por aceptar, lo cual quiere decir que todo plástico y poliestireno (“foam”) va directamente a los vertederos, que ya están bastante llenos. Solo dos tipos de plásticos, de los 7 que existen, técnicamente, se pueden reciclar. El problema es que no es costo efectivo reciclar los plásticos que se hacen. Al cerrar sus puertas la China, ya no hay país que pueda pagar salarios para separar y limpiar el plástico para reciclarse, aunque usen robots para algunas funciones. La mejor solución es legislar la entrada de menos plásticos a Puerto Rico. Para esto hay que formar un Consejo de Manejo de Desperdicios que escriba legislación vinculante para disminuir la cantidad de empaques y productos de plástico que entren a Puerto Rico, y que negocie a nombre del gobierno con toda entidad que importe, exporte, distribuya, venda, o consuma productos no-compostables, incluyendo el pueblo puertorriqueño, e incentivar el uso de materiales compostables con exenciones de impuestos. Ojo, solo los materiales compostables valen la pena, los llamados biodegradables toman cien años en descomponerse, que no resuelve nada. Además de programas a gran escala, también se deben incentivar negocios y servicios comunales de composta, y servicios como TAIS que recoge composta a domicilio, y Vivo Recycling que tiene una composta a escala industrial.]
• Estableceremos el Consejo para el Patrimonio Natural de Puerto Rico, el cual en estrecha colaboración con el DRNA llevará a cabo un inventario del estado de nuestras playas, bosques, reservas naturales, acuíferos y otros recursos.
• Crearemos un Comité de Bio-Economía para el desarrollo de actividades económicas impulsadas por investigación e innovación en el campo de las ciencias biológicas, cuya misión será promover beneficios públicos en los sectores económicos, ambientales y sociales a través del uso eficiente de los recursos naturales. [OJO, la bioeconomía es un ala de la industria tecnológica que busca privatizar la naturaleza, así que no es un programa ambiental, sino lo opuesto. Incluye negocios de “Ciencias de Vida” o “Life Sciences” que privatizan la vida y monetizan la ciencia, y muchas de ellas hacen productos que directa e indirectamente hacen daño al ambiente, como lo son muchos producto genéticamente modificados (GMO, por el sobreuso de pesticidas y fertilizantes tóxicos) y que apuestan por la agricultura industrial, la cual literalmente mata a los agricultores orgánicos y regenerativos con las consecuencias de su modelo de negocio industrial y sus procesos de uso. El querer desarrollar este segmento va en contra de todos los preceptos de sostenibilidad y de equidad social y debe eliminarse de la plataforma ambiental al igual que del programa de desarrollo para Puerto Rico.]
• Crearemos la
Biblioteca Ambiental para mayor accesibilidad, transparencia y publicidad de
recursos de cumplimiento ambiental. [Bien. ¡Pero que sea educativa y no solo gubernamental!]
• Daremos prioridad a garantizar el abasto de agua limpia y segura, apoyando proyectos para prevenir y remediar la contaminación, asegurar el abastecimiento de agua salubre e invertir en la infraestructura necesaria para ello. [Es importante tener un programa nacional de recaudar agua de lluvia en cada casa, con sistemas de filtros para poder usarlas como agua dulce. Al igual que necesitamos un programa de ayuda para tener energia solar (distribuida) en cada techo, necesitamos poder recoger agua y crecer vegetales en huertos caseros. Esto ayudará a la gente, las familias, y las comunidades de Puerto Rico a ser más resilientes, más sostenibles, y más autosuficientes, y le restaría costos al gobierno en términos de salud y cuido médico en el futuro.]
• Crear un Plan Estratégico para el Manejo de los Desperdicios [Bien. Por favor refiéranse a mi contestación previa sobre este tema. Lo único que tengo que añadir es que debe de haber un servicio de compostaje en cada ciudad de cada municipio, con ayudas autóctonas en las áreas rurales.]
• Estableceremos un sistema de métricas para evaluar el progreso de la implementación a nivel municipal o regional de un nuevo Plan Estratégico y un sistema de incentivos atados a esas métricas. [Es bueno medir. Es mejor usar las medidas para mejorar, y tener un plan que incluya acción, medición, evaluación, y adaptación continua además de supervisión y manejo gubernamental aliado a las organizaciones comunitarias locales.]
• Apoyaremos la
autogestión comunitaria como solución viable con impacto social positivo,
incentivando el desarrollo de proyectos comunitarios de limpieza y reciclaje.
• Implementaremos un plan de fiscalización continua del cumplimiento con las condiciones de los permisos de operación de los vertederos e instalaciones para el manejo de desperdicios sólidos. [De acuerdo! Una visita y un informe mensual que recoja toda la data necesaria para entender el estado del vertedero al corriente. Usar metodología académica y apoyo académico para resumir los datos. Usar al supervisor de los datos como liaison entre el gobierno, los vertederos, los municipios, y a las comunidades.]
• Promulgaremos una política pública aplicable a todo Puerto Rico para el manejo de desperdicios en los hogares, y trabajaremos con cada municipio, como entidad responsable por el recogido de basura, para establecer un plan de implementación en cumplimiento con esta política pública. [Perfecto. El compostaje y el reúso son los componentes principales de la sostenibilidad, con “Swap Meets” semanales en los centros comunales o en Facebook Marketplace y clases o webinars de compostaje y cómo hacer artesanías con materiales reciclados. Los plasticos "biodegradables" no sirven, tardan 100 anos en descomponerse.]
• Campañas educativas sobre la disposición correcta de desperdicios, el fin de la vida útil de los vertederos y alternativas de reducción, reciclaje y reúso, en alianza con el secto r privado, el Tercer Sector y los municipios. [Bien! Espero incluyan la situación corriente de los vertederos y no den esperanza de poder reciclar plásticos en Puerto Rico. Instruir que una solución es comprar cosas no envasadas en plástico. O, tener un concurso de la mejor adaptación de reúso y reducción (como estaciones de productos de limpieza donde uno lleva el envase vacío y lo llena del líquido limpiador)]
• Identificaremos programas de fondos federales de la EPA, la Administración de Desarrollo Económico federal (en adelante, “EDA”), la Administración de Pequeños Negocios federal (en adelante, “SBA”) y el Departamento de Educación para ampliar programas educativos a nivel isla, así como fomentar proyectos comunitarios y sin fines de lucro que trabajen el campo del reciclaje, la limpieza y la disposición correcta de desperdicios sólidos. [Buena iniciativa. Cabe recordarles que el identificar fuentes de fondos no es lo mismo que conseguir fondos; que siguen apostando por reciclaje, cuando la era del reciclaje en Puerto Rico básicamente ha acabado. Hay que dar el paso grande y disminuir la entrada del plástico a Puerto Rico. Ver mis comentarios anteriores. Y no solo necesitamos identificar los fondos, necesitamos un representante del gobierno especial (no la Comisaria Residente) con su grupo de cabilderos en Washington DC.]
• Formar Alianza con los Municipios [El 'single-stream curb-side recycling' ya no es posible ni costo-efectivo. Se ha probado que hasta usando robótica no es factible separar materiales, y que los materiales se deben separar a mano por la persona que los haya usado en su casa. Sinceramente, la industria completa del plástico necesita un trastorno (“disruption”), empezando por cambiar de materia prima (el petróleo y sus derivados). El plástico se puede hacer de aceite de algas, de aceite de cáñamo, y de otros recursos naturales, y se puede usar para usos críticos, como lo son los usos médicos, y no para plástico de un solo uso (no más botellitas de agua, por ejemplo).]
• Maximizaremos los programas de asistencia económica para distribuir zafacones y camiones de reciclaje y recuperación de material mixto casa a casa, incentivando que municipios establezcan ordenanzas municipales para promover el servicio de recogido del reciclaje. [Hay que ayudar a las empresas que ya recogen desperdicios orgánicos, y hay que educar a la población a compostar, a usar menos plástico, y a reusar más las cosas. A los municipios si hay que ayudarlos con zafacones y camiones, y con empleados que manejen el programa y los desechos, pero hay que olvidarse de tener un programa de recuperación de material mixto. Hay que ayudar a los municipios a establecer ordenanzas que ayuden a sus comunidades a reducir y luego eliminar sus desperdicios, empezando con un centro de acopio en cada ciudad donde los residentes puedan venir con sus envases a llenarlos en vez de comprar envases de un solo uso. Esto también podría ser una oportunidad de negocio para el que quiera producir y suplir los líquidos, que de este modo incluirían líquidos naturales y orgánicos.]
• Incentivaremos
la adopción por parte de municipios de medidas costo-efectivas para el acarreo
de desperdicios, incluyendo el rediseño de rutas y el uso de consorcios para combinar
recursos y lograr economías de escala.
• Cero Tolerancia
con Vertederos Clandestinos [Bien. Están erradicado el síntoma y no el mal,
pero bien.]
• Trabajaremos alternativas
para facilitar el manejo de escombros y materiales de difícil disposición que
típicamente terminan en vertederos clandestinos.
• Continuaremos
explorando alternativas para una mejor atención al problema del manejo de
neumáticos desechados. [¿Explorando?
Esta es otra industria que necesita un trastorno (“disruption”) inmediata, igual
que la industria de la transportación privada. Necesitamos menos carros, menos
hoyos en la carretera, y más transportación publica que sea útil. La necesidad
de tener carros privados en Puerto Rico es consecuencia del desmantelamiento
del sistema de “trolleys” que existía. Hay mejores soluciones a estos problemas,
y tenemos los arquitectos y planificadores urbanos que pueden diseñar los
cambios necesarios, porque hasta ahora la planificación y la permisologia ha sido
errada, por ser enfocada en modos de vida históricos no sostenibles.]
Como podrán ver, la
Plataforma de Pedro Pierluisi no es sostenible, y le falta mucho por llegar a
ser una solución que pueda incluirse en una Visión de País adecuada a las situaciónes climáticas, sociales, y economicas que
enfrentamos. Espero que, al votar, la gente tome en consideración el futuro de
sus hijos y nietos (y del planeta), en vez de escoger los beneficios a corto plazo que pueda ofrecer la
plataforma económica de Pierluisi. Si no lo hacemos ahora, nos estamos
condenando a un futuro de indescriptible dificultad y posible extincion.
Recursos
Archivo de Planes
Ambientales
Links a otros
planes para comparar y poder ajustar nuestra Visión de País – como debe y puede
ser:
Propuesta Energética Queremos Sol
Alexandra Ocasio Cortes / Green New Deal
Latino America – Transición Energética Justa
Europa – The Future Forum, Germany
Puerto Rico - Debate Ambiental
Polémica sobre Energia
Cambio.org